Día 2: de Tienen a Herent

Después de una buena primera noche de sueño y de un buen desayuno, nos subimos a nuestras bicicletas con buen ánimo para un día de ciclismo emblemático a través de la Ruta de las Colinas. El verano chisporrotea un poco. Caen algunas gotas y el cielo parece sombrío, pero, por suerte, las temperaturas son suaves.

Más aún, las gotas ofrecen un refresco bienvenido. La primera parte de esta etapa es bastante dura. A través de varias subidas, pedaleamos hacia Hoegaarden. Pero después de cada subida, nos detenemos juntos para recuperar el aliento, pero también para disfrutar del paisaje. Las bellas vistas y la maravillosa región compensan el esfuerzo con creces. Para los niños, también encontramos algunas paradas agradables por el camino. Subimos juntos al Pallox y nos detenemos en Honsem, el lugar de la guerra, con una imaginativa instalación de un avión fantasma.   

Por supuesto, toda esa escalada también te abre el apetito. La elección recae en Bierbeek.

Utilizamos la Torre del agua de Bierbeek como punto de referencia en el horizonte. En el centro del municipio, las señales nos conducen espontáneamente -con una última subida animosa- al Bistro Borre: un lugar agradable con buena comida, atención a los productos de la zona y empleo para personas alejadas del mercado laboral.